miércoles, 26 de octubre de 2011

Por un simple ego

Muchos creen que solo los artistas o personas multimillonarias sufren de egocentrismo, pero ¿qué pasa con los escritores?

Cuando Truman Capote se encontraba leyendo por primera vez parte de su libro “A sangre fría” todas las personas en el teatro lo ovacionaron por tan magistral escrito, inmediatamente él sin saludar a su público abandono el escenario, con más ego que la misma palabra “ego”.

Al instante, pensé que era mi oportunidad de conocer y pedirle consejos de cómo sobresalir en el mundo de las letras a Capote, no le quité la mirada, desde la finalización de la lectura de su libro, para tener un contacto con él en la salida.
Ya todo había terminado, y yo estaba en la puerta esperando la partida de Truman. Capote se acercaba a la salida y yo me encontraba un poco nervioso pensado como entablar una conversación con este gran escritor.

-¡Señor Capote, señor Capote! -le dije, y él apartando su mirada, aunque no sé si me vio o solo observó el carro estacionado atrás de mí, pasó desapercibido imaginando que era yo “Gasparín”. -¡Rayos!- Comenté- ¡Será que no le gusta que le digan señor Capote? ¡Por qué no le dije señor Truman, quizás me hubiera hecho caso!

Caminé chasqueado hacia cualquier lugar, y como si  no fuera suficiente; empezó a llover. Realmente no sabía qué hacer, me encontraba mojado, sin poder hablar con el señor Capote y sin los consejos de él sobre la escritura.

En ese momento de frustración, mi mente habló y manifestó lo siguiente: “la tierra es pequeña y redonda”. Sin comprender la frase me dirigí a mi casa.

Mi papá era el dueño de la única imprenta del país, yo era el que aceptaba los contratos y también decidía que imprimir y que no.

Un día como cualquier otro, con el sol resplandeciente, llegó el señor Truman a la imprenta y pidió que se imprimiera su libro “A sangre fría”. Me quedé atónito, y enseguida recordé que me había considerado “Gasparín”  al ignorarme  aquel día en el teatro.

-“Quiero 5,000 ejemplares de A sangre fría” expresó Capote- con una vocecita más de niña que de un hombre, además mostraba orgullo en su rostro, le declaré que ni una página de ese fantástico libro le imprimiría.

-No lo haré, usted  me ignoró en  aquella lectura de la primera parte de su libro, le expresé. -¿Por un simple rencor no quieres hacer el tiraje de este fenomenal libro? -¡No! le repliqué- en verdad lo hago por un simple ego que alguna vez usted mostró y destruyo el entusiasmo de ser escritor, que mi interior anhelaba.

Truman se retiró de la imprenta con un caminado de modelo y sosteniendo su “smoking”. En ese segundo, recordé la frase que decía: “la tierra es pequeña y redonda”  y comprendí su significado.

 Autor: German Garcia

 

El mercader de venecia

En la obra  “el mercader de Venecia” se presentan diversos  aspectos  interesantes que destacan, por ejemplo, la insinuación  de la existencia del amor a primera vista; tal es el caso de Porcia (rica heredera)  y  Bassanio (amigo de Antonio), Jessica (hija de Shylock) y Lorenzo (su enamorado),  Grassiano (amigo de Antonio y Bassanio) y Nerissa (doncella de este). Cuando escuchamos la palabra amor a primera vista  inmediatamente  nos redireccionamos hacia las tres parejas antes mencionadas, y nuestra mente se encierra en su  hipotético amor corta pulso, el deseo de entregarse por completo a su pareja,  situación difícil de ocurrir con el simple hecho de verse porque el amor a primera vista, no es más que, atracción física, en otras palabras, para que haya amor es necesario conocerse, compartir momentos mutuos, saber comprenderse, y eso es un proceso que no se realiza en una semana, mucho menos en una vuelta del segundero del reloj, se debe de dedicar el tiempo adecuado, que pudieran ser meses o años.

 En el mercader de Venecia se presenta el amor de un día para otro ¡como si trataran de ahorrar tiempo aire!  Tanto así que Porcia y Bassanio en menos de una semana de conocerse ya eran marido y mujer, algo  imposible de ser.

Hay muchos que aseguran haberse enamorado a primera vista, pero en realidad no es así; la sensación de mirar a una persona y no poder quitar su rostro y cuerpo de la mente, es porque está atraído físicamente,  lo cual no es necesario amar, sino simplemente mirar.

En esta obra se percibe claramente la atracción física de Bassanio hacia Porcia “Hay en Belmont una rica heredera; es bella y más bella  aún de lo que estas palabras expresan. Por sus maravillosas virtudes. Varias veces he recibido de sus ojos encantadores mensajes sin palabras. Su nombre es Porcia” (Shakespeare, 1600. p.8).

Este no es el único caso de atracción física en la obra, también existe la de Graciano y su doncella Nerissa que intercambiaron miradas y posteriormente expresaron su amor de manera efímera aceptando casarse de igual forma que la rica heredera, ¿cómo esto es posible, si el amor requiere de mucha dedicación y esfuerzo?  Es como obviar las leyes de la gravedad de Newton o ignorar los diez mandamientos de Dios, algo insólito y difícil de creer.

¿Qué pasaría si Porcia no fuera bella? ¿Bassanio hubiera prestado los 3,000 ducados y realizar ese largo viaje? ¿El príncipe marrueco  se hubiera arriesgado a pasar la vergüenza de no ser el elegido? ¿El príncipe de Aragón hubiese realizado el juramento? Difícilmente, la razón  que movió a cada uno estos varones  fue el destello de hermosura que salía de Porcia.

En la actualidad existen un gran número de divorcios, y esto se debe al dejarnos llevar solamente por la apariencia física, precipitándonos al matrimonio como Porcia y Bassanio. Con actuaciones como estas, las parejas no podrían vivir ni media década, solo que te cases con un arqueólogo porque  cuanto más vieja te hagas, más encantadora te encontrará, Agatha Christie (1920)

En definitiva, lo sentido por cada uno de los protagonista fue la atracción corporal, porque jamás en la obra existió un conocimiento entre cada una de las parejas, tampoco hubo un interés en conocer la forma de ser de cada uno ellos, sino una simple atracción carnal. En fin, el corazón no produce amor de la noche a la mañana, mucho menos hay una vacuna del amor, este se debe de cultivar y regarlo desde la aurora de la mañana, hasta el oscurecer de la noche.



autores: German García y Guillermo Osorio

La enseñanza de siddharta


Baden-wurtember, Alemania, Según Luetich, A. (2003) ciudad que ha visto nacer a grandes científicos como Albert Einstein, a excelentes inventores, tal es el caso de Karl Benz, creador del automóvil, también ha visto el nacimiento de  un erudito ganador del premio nobel de literatura en 1946, llamado Herman Hesse.
 
Según Luetich, A. (2003). Hesse vivió un corto tiempo en la India, lo cual fue suficiente para que se interesara por el budismo, y principalmente en la teosofía (tener una inspiración especial de lo divino por medio del desarrollo espiritual). Es así, como este célebre escritor, logra mostrar en Siddhartha (novela), la manera de alcanzar la sabiduría y la paz interior, las cuales son tan anheladas por el ser humano, además de instruirnos en un sinnúmero de enseñanzas  relatada a lo largo del escrito.

La pedagogía expuesta por Herman en esta obra, es fundamental para todo el que desee alcanzar aspiraciones en la vida, en otras palabra nos ilustra lo que diría Corneille, Pierre (1637) sin riegos en la lucha, no hay gloria en la victoria. Y Siddhartha (personaje principal de la novela) apuesta su destino al maldito azar, desde la partida de su padre (el brahmán), pasando por los Samanas, obviando la doctrina de Gotama, aprendiendo el arte del amor con Kamala, persistiendo con los humanos, volviéndose adicto al Sansara, hasta despertar y conseguir la meta que se había propuesto, sacrificando fructuosamente las etapas de su vida.

Por otro lado, los amigos son una pieza fundamental en el rompecabezas de la vida, y así lo era Govinda, un verdadero ejemplo de la amistad, aunque había apostado su autonomía, debido a que seguía fielmente  a Siddhartha. Govinda posiblemente temía en ejercer decisiones propias y por este motivo se ligaba al personaje principal, ¿Qué difícil es convertirse en el líder de tu propio camino cuando acostumbras a ser un simple seguidor? ¡Solo Govinda puede responder esa pregunta! Pero lo fundamental es la lección dada por éste, al independizarse y seguir la doctrina que a él le pareció adecuada.

Un aspecto no menos importante presentado en la obra, es el convertirse en una persona con preparación para enfrentarse de una mejor manera a las difíciles situaciones que la vida nos plantea a lo largo de nuestra existencia en ella. En la obra el personaje principal muestra su preparación con lo que él llama principios fundamentales, los cuales son: pensar, esperar y  ayunar.

Hesse (1922) en Siddhartha expresó lo siguiente:

-Muy bien. ¿Y qué es, pues, lo que tú puedes dar? ¿Qué es lo que has aprendido?   ¿Qué sabes hacer?
-Sé pensar. Esperar. Ayunar.
-¿Y eso es todo?
-¡Creo que es todo!
-¿Y para qué sirve? Por ejemplo, el ayuno... ¿Para qué vale?
-Es muy útil, señor. Cuando una persona no tiene nada que comer, lo más inteligente será que ayune. Si, por ejemplo, Siddhartha no hubiera aprendido a ayunar, hoy mismo tendría que aceptar cualquier empleo, sea en tu casa o en cualquier otro lugar, pues el hambre le obligaría. Sin embargo, Siddhartha puede esperar tranquilamente, desconoce la impaciencia, la miseria; puede contener el asedio del hambre durante mucho tiempo y, además, puede echarse a reír. Para eso sirve el ayuno, señor (p.76)

Otro punto que destaca Herman Siddhartha (obra) es la experiencia como influencia en nuestras vidas. Todos hemos pasado por dificultades en la vida, situaciones que nunca pensamos superarla. Esto es una idea totalmente equívoca porque los aspectos negativos de nuestras vidas llegan a convertirse en lecciones que van en pro de nuestro desarrollo, debido a esto, es comprensible decir que aprendemos más de los errores cometidos, que de nuestro logros alcanzados; Siddhartha obtuvo esta enseñanza a causa del sinnúmero de obstáculos que la existencia le diseño. Buscó en caminos desconocidos y se perdió, cometió muchos errores como el caer en Sansara (el juego, los vicios y lujuria), pero lo positivo fue reconocer lo equivocado que se encontraba.

Las experiencias son partes fundamentales de nuestras vidas, para ayudar a discernir y corregir los puntos erróneos en nuestro vivir, y esto Hesse lo presenta de la mejor manera a través de Siddhartha.

Siddhartha sabía esperar, lo que significa que tenía mucha perseverancia y paciencia, y lo evidencia en todo el entorno de la obra, lo cual es un gran mensaje para nuestras vidas, el saber que todo tiene su tiempo y que todo llegará en su momento.

Otro saber importante en la obra es la soledad y sus dos caras;  ¡si la soledad Y sus dos caras! Por un lado está la soledad aprovechándose de ti, y al otro extremo, estás tú aprovechándote de la soledad. La mayoría de personas se dejan aprovechar por esta, al sentirse decepcionados e inhabilitados de sus capacidades, envolviéndose con una capa invisible y tratar de verse abandonados como un enfermo mental en su habitación. Al hallarse solo Siddhartha en el bosque, empleó la soledad a su favor ¿cómo? Replanteándose todo lo funesto que había realizado y pensar en el camino más adecuado que debía seguir.

Como dijo Herman Hesse (1927), los libros sólo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles. Y Siddhartha (obra) tiene las cualidades dichas por Hesse, posee una abundante cantidad de enseñanzas positivas para la vida. Visto los aspectos destacados y argumentados de la obra logramos determinar que Siddhartha es una obra llena de aprendizajes y mensajes puestos para ayudar e incidir en el lector.


Autores: German García y Guillermo osorio

sábado, 22 de octubre de 2011

¿Ganancia o destrucción?


 Leyendo el periódico encontramos un artículo escrito por máximo Rugama que decía: “Sigue el despale incontrolable en Condega” y surgió una pregunta, ¿esto está pasando en todo el país? ¡Desgraciadamente, si! Según  Kamilo Lara (2011) En un periodo de 300 años se han destruido en toda Nicaragua el 85% de los bosques tropicales secos y el 65% de los bosques tropicales húmedos, asimismo, en el país se pierden alrededor de 75 mil hectáreas por año.

Esta situación es muy trágica, aunque Dios ha bendecido Nicaragua con este majestuoso paraíso terrenal que nos regaló, ¿qué estamos haciendo para salvar la flora y fauna? ¿Estamos contribuyendo a la preservación del medio ambiente? Es lastimoso que el terruño se esté quedando sin pulmones ¡y no precisamente por el consumo de cigarrillo! Sino por nuestra falta de conciencia y el poco afán de heredar a las futuras generaciones un país verde.

Es inconcebible que muchas personas tengan la mente centrada en el dinero, sin duda, el efectivo ($) enceguece tanto al hombre, que no le interesa en lo mínimo si destruye el entorno en que habita, esto sencillamente genera una interrogante ¿ la tala es ganancia o destrucción?

“solo cuando se haya cortado el ultimo árbol, solo cuando el ultimo rio haya muerto envenenado, solo cuando se haya pescado el ultimo pez, solo entonces veras que el dinero no se puede comer” (profecía india, 2004) ¿será que el ser humano logre llegar a tanto si existe dinero de por medio? La misma historia está en nuestra contra, cuando Judas por 30 monedas de plata vendió al hijo de Dios, sin importarle que fuese su maestro, pensando solo en el dinero que recibiría a cambio. De igual manera está sucediendo en Condega y el resto del país, estamos vendiendo el futuro de nuestros hijos, destruyendo el hábitat de los animales y cortándole la respiración al planeta tierra.

Por otro lado, en Nicaragua existen entes reguladores como el MARENA y MAG-FOR, encargados de controlar el despale, velar por el bienestar de la fauna y vigilar las actividades ilícitas que atentan en contra del medio ambiente. Estas instituciones son impredecibles como el futuro de nuestra patria, porque aparecen y desaparecen como los OVNIS. En una ocasión, el MARENA  expresó que en todos los países del mundo existe la tala de árboles, tratando de justificarse ante reclamos de la población, sobre despales excesivos. Que declaraciones como estas, no eliminen el deseo de defender  nuestros recursos naturales, sigamos en la pelea que la campana del round 12 no ha sonado todavía.

Este es un país de gladiadores, y uno de ellos es Kamilo Lara, director de proyectos ambientalistas, nada más que  en este caso no lucha en contra de otra persona como lo hacían comúnmente los gladiadores, Kamilo se enfrenta a un contrincante mucho más difícil y complicado, como es: concienciar a la población a preservar el medio ambiente. ¡Gracias, Dios! Que todavía existen personas preocupadas por hacer un cambio ecológico.

En fin, ¿la tala es ganancia o destrucción? El dinero es efímero, desaparece tan pronto como lo obtenemos ¿y al final que nos queda? solo el tronco en donde alguna vez existió un árbol.

Finalmente, lo que pretendemos es incentivar, el deseo de proteger el lugar en el que vivimos. El momento de actuar es ahora, evitemos la extinción de la flora y fauna, demos el ejemplo al mundo y hagamos conciencia, de esa manera evitaremos un suicidio masivo. Ya hemos dejado claro que la lucha sigue, pero será más fácil si todos cooperamos.

En la actual sociedad, el problema número uno no es el terrorismo, sino la destrucción ambiental, pero esto lo podemos cambiar, evitando la tala de árboles y de igual forma preservar el agua pura, ahorrando papeles, reciclar y sobretodo informar de este problema a las personas que lo desconocen, de este modo cambiaran las estadísticas que hoy oprimen al país. En nuestras manos está el destino del país y del mundo.

Autores: German García  y Guillermo Osorio







Un ser que pasó de anónimo a conocido


Era un día sábado, se aproximaban a las 11 de la mañana, estaba un “solazo”, que llegué a imaginarme estar en el desierto de Sahara. Sudaba y sudaba, mientras me localizaba en el cajón de bateo.
--Strike uno --dijo el umpire-- mientras yo movía el bate hacia adelante y hacia atrás.       
  --¡Dale que a una se le pega! --expresó el manager.

--Strike dos --gritó el umpire--, era una recta al centro, tan rápida que fue como verla pasar de noche. En ese momento, me encontraba con un conteo desfavorable, 2 strikes sin bolas, y con un público abrumador que a gritos por doquier decía: ¡ponche, ponche, ponche!

Después de dos lanzamientos malos, el conteo se había anivelado 2-2 (dos lanzamientos malos y dos buenos). Trataba de concentrarme, pero una mujer que decía: ¡quesillo, quesillo!, no me lo permitía.

Otro lanzamiento del pícher pasó por la esquina de afuera y pudo ser un claro strike, y estaría ponchado, pero el umpire no lo vio así.  Hasta ese momento, estaba la cuenta completa, es decir, 3 bolas y 2 strikes, no había tiempo para pestañear.

--¡Lleve su quesillo, llévelo, llévelo! —repetía la mujer.

Al sentirme un poco desconcentrado, pedí tiempo al umpire para tratar de recobrar un poco la confianza y, asimismo, la concentración.

--“Play Ball” —dijo el umpire--, el tiempo se había agotado. Mientras el pícher se preparaba para dar todo de sí, el cácher le transmitía las señas  que el manager le enviaba, y yo sin comprender ese lenguaje de señas, traté de no ponerle mucha atención.

El pícher lanzó la pelota que escribiría mi destino, esta giraba y giraba. En ese instante dije: “este es el lanzamiento que tanto esperaba”.

--¡Muchacho comprá tu quesillo! —repitió la “quesillera”, como todo un idiota gire mi cabeza hacia el llamado de aquella mujer, y le quité la vista a la pelota, dejándola pasar en el centro del plato.

--¡Ponchado! —dijo el umpire— con una vos tan fuerte que parecía tener 15 mil watt de potencia en su garganta.

Había ingresado a jugar en el último inning, por tal razón, me sentía frustrado y agobiado al no haber demostrado lo capaz y útil que podría ser para el equipo.

El partido hasta ese momento se encontraba 10 carreras a 9 a favor del equipo al cual pertenecía, después del tercer out frustrante que me toco ser, el juego continuó. Ya era la parte baja del noveno episodio, y nos tocaba cerrar el partido, es decir, nos hallábamos a tres outs de la victoria.

El umpire dio inicio a la última parte de juego, y el cuarto bate del equipo rival, conectó un inmenso “batazo”, y pensé que la pelota se iba de “Home Run”, pero no fue así, tan solo pudo llegar a la tercera almohadilla.

Con firmeza y confianza, el pícher logro obtener dos outs, él era todo un estilista, sabía como lanzarle a los rivales sin obviar el mínimo detalle, y socar la tuerca en los momentos de presión.

Estábamos a un out de la victoria, corredor en tercera base y a un strike de convertirnos en campeones nacionales. Pero,  el octavo bateador de la alineación contraria,  ensambló una línea “eriza pelos y espanta muertos” sobre la tercera base, que era la almohadilla que defendía. Yo que me encontraba inadvertido y desmotivado por el ponche obtenido, no dudé y me tiré por la pelota, creo que me sentía Michael Phelps al realizar un clavado estilo mariposa.

Tomé la pelota y dije: “¡consumado es!”. No lo podía creer, después de pasar en el anonimato me convertí en el arcángel salvador del partido.

Posteriormente de los festejos y de las felicitaciones por tan magistral jugada, reflexioné, y me di cuenta que no siempre se batea la pelota de la vida ni se hacen las cosas cuando queremos, en ocasiones tendremos distracciones como la provocada por la “quesillera”, pero  tratemos de que esto no se convierta en un impedimento más en el camino hacia la gloria.

Autor: German García M.